¿Qué es?
Es una dificultad específica del aprendizaje en el área de la lectoescritura que acompaña a las personas a lo largo de toda su vida.
Muchos niños y niñas no son diagnosticados porque sus dificultades para aprender se atribuyen incorrectamente a la inteligencia o al nivel de esfuerzo generando estrés y frustración.
Es necesario derribar de la mirada adultocentrista y capacitista sobre los procesos de aprendizaje, para poder repensar y replantearnos nuestros discursos y nuestras prácticas y acompañar de manera constructiva en la alfabetización de niñas, niños y adolescentes.